“Espiritu Festero”

Para ser las primeras fiestas de Moros y Cristianos que vivo “desde dentro”, ha sido en unas circunstancias complicadas: han venido precedidas de las inundaciones que han afectado a toda la comarca y que en la zona de Algar ha provocado verdaderos estragos. El viernes 12 de Octubre Callosa miraba al cielo. Los teléfonos empezaban a sonar insistentemente ya desde por la mañana, cuando se veía venir lo que finalmente llegó. En estos casos es fundamental la coordinación y buen trabajo de todos los servicios necesarios para afrontar una crisis de este tipo. Servicios técnicos del Ayuntamiento, cuerpo de policía local, protección civil y concejales se movían tan eficientemente como era posible en una situación como esta. Y todos con el propio Alcalde, Batiste, a la cabeza. Como tiene que ser. Hacia media tarde me desplacé al Cementerio a fin de conocer de primera mano lo que ocurría y ofrecer mi modesta ayuda. Lo que vi fue dantesco: la carretera a Bolulla estaba cortada. Poco antes, el patrulla de la policía por poco no se precipita al vacio, al encontrarse un tramo de carretera que literalmente había desaparecido. El alcalde se iba a Sacos en busca de dos personas que estaban aisladas. Por caminos inundados y con continuos desprendimientos, no le quedó mas remedio que desistir ante la imposibilidad de acceder a la zona. Llamadas constantes al servicio de Policía, trabajadores del Ayuntamiento trabajando a destajo y la lluvia que no cesaba eran la tónica hasta media noche. Entonces empezamos a respirar. Sin embargo, el desastre no ha sido impedimento para no disfrutar unas fiestas que, precisamente por lo sucedido, eran mas necesarias que nunca. La riada se ha llevado animales, árboles, casas… pero no ha podido llevarse la alegría de un pueblo que estalló con la “Arrancá” de un precioso sábado soleado. Conforta comprobar como las personas son capaces de compartir con solidaridad no solo alegrías sino además situaciones difíciles. Fué el espíritu festero. En Callosa así fue y así lo cuento.
Tan solo me queda felicitar a todos los festeros y a la Asociación de Moros y Cristianos por la maravillosa organización y saber hacer, llevando a lo más alto esta celebración.

Ah y ¡que vivan los Beduinos!.