Pena Penita Pena (Dedicado a él, el que no voy a nombrar).

Dedicado al que no voy a nombrar, deseandole que algún día se desprenda de su odio,
sea algo mas humilde y entienda que por encima de las disputas políticas esta la educación.


Pena, penita, pena, como decía la canción,
pena, penita, produce el del melón.
Pena, penita, pena, de su triste situación,
pena, penita, tengamosle compasión.

Pena, penita, pena, de su odio aguijón,
pena penita, por perder la ubicación.
Pena, penita, pena, solo ve la traición,
pena, penita, de su gente, revolcón.

Pena, penita, pena, busca con reiteración,
pena, penita, de su suerte el autor.
Pena, penita, pena, le devora la obsesion,
pena, penita, sin hacer la digestión.

Pena, penita, pena, no merece atención,
pena, penita, al difunto defunción.
Pena, penita, pena, por chulo y fanfarrón,
pena, penita, de caudillo a melón.

Revolución en el PP

Bueno, a nadie le pasa desapercibida la situación actual en el PP, en los previos al Congreso Nacional. Quizas de un poco de miedo ver todo esto, sobre todo desde fuera del partido, y muchos pensaran que ademas esto va a tener un costo en votos (cosa que puede ocurrir). Pero la verdad es que para quienes hemos vivido de cerca muchos Congresos, este tipo de situaciones nos son familiares. Inevitablemente, y mas aún despues de perder unas elecciones, las opiniones se extreman, las formas de ver como habría de evolucionar nuestro partido se multiplican y los criterios se cambian. Pero en definitiva, esto no es mas que la viva imagen de la democracia: la discusión de ideas, el "tira y afloja", los "pulsos en las corrientes de opinión" y, como no, hacer política en su estado mas puro y visceral. Eso si, esta vez dentro de casa. Una novedad es lo que parece un cambio de timón en el partido, un viraje al centro, quizas buscando un mas amplio espectro electoral. Y esto es fundamentalmente lo que se debate día a día. Como ya sabeis, como gustos hay colores, y como opiniones mas que granos de arena en una playa. Este debate, como los que en su día se sucedieron en el PSOE, promete alargarse hasta el Congreso, con mas o menos virulencia de planteamientos ideologicos, y una vez llegado el día, creanme... se uniran voluntades, se hará piña y empezaremos una nueva carrera por llegar a la Moncloa. La política y los partidos es así, y a veces desconcierta. Pero en esencia no es mas que la eterna historia de los conflictos humanos: el conflicto de ideas. Y cuando lo resolvemos obtenemos el mayor de los triunfos. ¡Adelante pues el debate de ideas y a aclararse el dia 20 y 21 de Junio!.

Su Majestad descentrada (De la Corona)

Su majestad ha sido durante muchos años modelo de prudencia, imagen de serenidad, aportación insustituible al consenso político de nuestro país y, en definitiva, gestor meritoso de nuestros destinos como nación. Su papel ha sido muy importante y ha sabido estar a la altura en muchos momentos de la reciente historia de España. Eso es lo que ha provocado un aluvión de adhesiones, incluso de aquellos que por naturaleza no nos consideramos "monarquicos", pero si "Juancarlistas". Sin embargo esa sutil diferencia marca la base del éxito de la Corona en España: el saber hacer de un Rey que creó adeptos hasta donde no los había. Hoy, por desgracia, la estela de éxitos de la corona se va diluyendo y sus constantes "bandazos" me están desanimando a mantener mi incondicional apoyo. Y es que el Rey es una figura, ante todo, de consenso. Si nunca se ha caracterizado por distinguir mas a unos que a otros políticos, no veo porqué ahora ha de hacerlo con Zapatero. Lo que me causa aún mayor extrañeza es que lo hace con alguién que por convicción no es nada monarquico, y que querria ver la institución enterrada. Eso me lleva a sacar la conclusión de que las recientes alabanzas a Zapatero son mas bien un ruego, un requien de una Corona quizas débil que implora permanencia. No me gusta lo que veo. Es que un Rey que mendiga su puesto no es Rey, y me esta defraudando profundamente este viraje de Su Majestad.

Enfín, sinceramente preferiría un final de reinado honorable, que dejase el buen recuerdo que todos tenemos de la labor de este gran Rey, ultimamente algo descentrado.