8.9.06

Dime con quien andas...

Que bochorno al contemplar las imagenes del asesino increpando al juez, del reo etarra, condenado y confeso. Me refiero a Ignacio Javier Bilbao Goicoechea, quien amenazaba al presidente de la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional, Alfonso Guevara, durante el juicio que se sigue contra él por otro delito de amenazas terroristas contra el magistrado Baltasar Garzón: "Tú cabrón, te voy a arrancar la piel a tiras, te voy a pegar siete tiros, en el momento en que te eche mano, te voy a meter siete tiros. Ven aquí, cabrón". Ademas de añadir mas tarde: "¡Viva la lucha armada! Seguiremos con la lucha armada hasta conseguir una Euskal Herria libre, hasta que me muera o me maten". Contrastan estas declaraciones con el optimismo de Zapatero, que ve en la pronta resolucion del problema con la banda asesina la piedra angular de su mandato y la clave de la proxima legislatura.

El bochorno, sin embargo, no es por las declaraciones del asesino. No, nada de eso. El bochorno me lo produce contemplar como nos entregamos a manos de monstruos con figura humana, como el que ayer deleito los oidos del juez. Porque no lo duden, se negocia con individuos a la imagen y semejanza del que ayer vomitaba amenazas y dejaba bien claro el ideario inquebrantable de quien manda en la banda asesina:"¡Viva la lucha armada!".

Mi desasosiego ni siquiera es pensar que podemos estar en manos de irresponsables o de imbeciles que se dejan manipular por delincuentes profesionales, por la direccion de una banda de asesinos... Mi mayor desasosiego es pensar que se hayan puesto de acuerdo ya, y que todo lo que acontece (los primeros contactos, el alto el fuego, la negociacion...) sea la interpretacion de un drama escrito con mucha anterioridad.

Siendo lo mas objetivo posible, lo cierto es que la parte que representa al Estado en esta negociacion parece aflojar cada vez mas sus exigencias, la benevolencia con los asesinos y sus acolitos es patente. Y la parte que representa a los asesinos (porque desde luego lo que no representan es a ninguna otra entidad, lo quieran o no), cada vez deja mas claro que no se apea de la burra de sus exigencias.

Desde luego lo que ha quedado bien claro es que se quiere seguir matando y las treguas a quien unicamente benefician es a la propia banda. Y eso porque mientras la tregua en la parte del Estado se sustancia en buenas intenciones y una reduccion de la tension policial, en la parte de la banda asesina se traduce en un periodo de recuperacion economica, rearme y cierta tranquilidad para campar a sus anchas.

Sin duda la mayoria de españoles deseamos que finalicen las actividades de la banda criminal, pero no a cualquier precio. Pero la pregunta es... ¿se ha pagado ya el precio?.

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