13.2.07

Terrorismo: Olvidar no olvido

A proposito de la que parece inminente y planificada puesta en libertad de uno de los mayores asesinos de ETA, De Juana Chaos, observo con incredulidad como va ganando credibilidad, entre algunos sectores sociales, la idea de que "liberarlo" redundará directamente en resultados positivos para la Paz.

Hace meses no creeria que podria ocurrir lo que esta ocurriendo a dia de hoy con este sanguinario y despiadado Etarra. Pero aun me cuesta creer que lo veremos suelto, campando a sus anchas, riendose en la cara de sus victimas. (Pobre de mi).

Tanta manga ancha por parte de "tanta gente" (fundamentalmente seguidores de ZP, los batasunos no cuentan) me lleva a pensar que tiene su justificacion en la "ignorancia" (es la explicacion mas magnanima), o bien, ese "radicalismo" exhacerbado que lleva a seguir "ciegamente al lider". De otra forma no lo entiendo. Este artículo lo escribo para aquellos que puedan estar aun en la ignorancia.


A Domingo Puente.

"Era un frio día de primeros de Febrero de 1997. En Granada en esta época hace mucho frío, las calles suelen estar heladas y el aire corta la piel. Bien pertrechado, con abrigo, bufanda, guantes y mis libros sali del turno de tarde de Derecho y me dispuse a volver a casa, a eso de las seis. Sin embargo esta vez me apresuré un poco mas, pues tenía previsto pasar antes por el peluquero y poner "en orden" mis cabellos. Por aquella época solía llevar muy corto el pelo y no dejaba pasar demasiado tiempo antes de visitar a Domingo, el peluquero. La verdad es que por lo general se ocupaban de "mi pelo" unos chavales jovenes de la zona centro, no muy lejos de la Facultad. Pero hacia no mucho me recomendaron pasar por la Peluqueria de Domingo, la del barrio. Como las cuestiones "esteticas" no es que me preocuparan mucho, no tarde en cambiar "de peluquero" y alli que fuí.

A las seis y media en Granada y en febrero ya hace un frio respetable. Aun y así, a paso ligero era facil combatirlo. Sabia ademas que me esperaba el confortable sillon de Domingo. Doble la ultima esquina y me dispuse a subir la ultima cuesta, que me llevaba, a traves de un descampado, a la calle donde estaba la peluqueria. La luz entre azul y blanquecina me confirmaba que llegaba a tiempo, al menos a tiempo de colarme el ultimo, como era ya costumbre.

Abrí la puerta y me invadió ese olor tan familiar entre jabones y espumas, entre fijadores y alguna laca del "chavea*" a la ultima moda. Como siempre Domingo se volvió y me miró un instante, como intentando adivinar si ya habia pedido hora o me presentaba de improviso. Yo, naturalmente, nunca pedia hora...

Enseguida frunció el ceño, me escuadriñó con sus ojos azules y me dijo: "chaval, sientate, enseguida estoy contigo".

Domingo tenia una mirada tranquilizadora. Su cara agradable, su tono de voz pausado y su apariencia "feliz" transmitía sensaciones entrañables.Yo no le conocía mas que por "la peluqueria", pero era suficiente. En el barrio era muy popular. Las mujeres bromeaban con "Pedro", el de la farmacia (10 metros mas arriba) por lo guapo que era Domingo.

Pasados unos minutos ya estaba dando el retoque final al cliente que le ocupaba, asi que me prepare para que me dejara bien "maqueao", como decia el vejete que se sentaba en la silla de la esquina y que a veces le hacia compañia. La verdad es que Domingo hacia muy bien su trabajo, y ademas era rapido. Claro, eso lo entendí mucho mejor cuando me explicó que los jueves el "pasaba revista" en el cuartel a un buen numero de mozos...

El 10 de Febrero de 1997 nos levantamos con un sobresalto. En media ciudad se habia oido la explosion de una bomba. Inmediatamente nos pusimos en contacto con mi padre. Él estaba amenazado por los asesinos de ETA y llevabamos sobre nuestra espalda la pesada carga de tomar constantes precauciones: cambiar la ruta para ir a trabajar, no abrir paquetes postales sin pasarlos por el escaner, mirar debajo del coche, cambiar la matricula de nuestro vehiculo regularmente, ... y sobre todo pensar constantemente que podría ocurrir lo peor. Llamamos inmediatamente para localizarlo y, gracias a Dios, él estaba bien. Habian atentado contra un autobus de militares que se dirijian al cuartel de Armilla, lejos de donde estaba mi padre. He de reconocer que me alegré, pero fué una alegria efímera. Enseguida entendí lo ocurrido: había muerto mucha gente, el cerco se estrechaba...

La proxima vez que pase junto a la peluquería de Domingo, colgaba un cartel en el que se explicaba que ya no volveria nunca mas a pelar a nadie, ni ha mirarnos con sus ojos tranquilizadores, ni a sonreir, oyendo el ultimo chiste malo del barrio. Se lo habian llevado, sin saber por que. Había dejado a su mujer y a tres hijos. Domingo era una buena persona y se lo llevaron".


A Domingo, una buena persona, una victima inocente.
A su familia, que perdieron lo que mas querían.

----------------
* Chavea= chaval, chico, muy utilizado en Granada.

No hay comentarios: