
Recién constituidas las corporaciones locales los nuevos equipos de gobierno revisan las cuentas y analizan el gasto público de la anterior legislatura. Conocer lo que ocurre dentro de cada Ayuntamiento con las cuentas municipales (los dineros de todos) es primordial. Ya en la antigüedad Sócrates dijo que “Sólo hay un bien: el conocimiento. Y sólo hay un mal: la ignorancia”. Bien cierto es. Precisamente ese conocimiento de lo que se hace o deja de hacer en nuestras instituciones públicas es lo que proporciona mayor tranquilidad y confianza al ciudadano. Conocer como se ha desarrollado la gestión municipal en los últimos cuatro años es un elemento importante para valorar en su justa medida tanto lo que ha sido el anterior Gobierno como los esfuerzos que habrá de realizar el nuevo. Es por eso que no de extrañar que algunos Alcaldes hayan tomado la medida de “auditar” la cuentas públicas. Al contrario que en la empresa privada, la buena gestión debe llevarnos a aumentar el gasto, sin que sea necesario disponer de mayores “superavits” que los que la prudencia presupuestaria recomiende. Sin embargo, el gasto ha de corresponderse con necesidades que hayan de ser cubiertas en cada municipio y la disponibilidad de tesorería. Las promesas electorales comprometen a nuevos gastos, pero se ven limitadas por la gestión precedente. A propósito de esto, en cierto momento el primer ministro Canadiense William L. Mackenzie dijo que Las promesas que hicieron ayer los políticos son los impuestos de hoy. Sin embargo yo añadiría que en muchas ocasiones Las gestiones que hicieron los políticos ayer son las cadenas que nos atan hoy. Esperamos que sean, pues, cautos y responsables.